Castellar de la Frontera (provincia de Cádiz) no está lejos de Gibraltar. En las décadas de 1960 y 1970 se convirtió en un destino popular para los hippies y otros movimientos contraculturales. En aquella época, Castellar de la Frontera era un pueblo rural y remoto, lo que lo convertía en un lugar atractivo para quienes buscaban un estilo de vida alternativo. Los hippies que llegaron al pueblo vivían en cuevas y otras viviendas primitivas y eran conocidos por su espíritu libre y su forma de vida comunitaria.
En los últimos años, Castellar de la Frontera se ha convertido en un popular destino turístico, conocido por su pintoresco casco antiguo y su castillo medieval. Sin embargo, aún se recuerda el pasado hippie de la ciudad y todavía quedan algunos residentes que formaron parte del movimiento contracultural de los años sesenta y setenta.
Uno de los principales atractivos de la ciudad es el castillo, construido por los árabes en el siglo VIII y ampliado posteriormente por los cristianos en el siglo XV. En la actualidad, los visitantes pueden contemplar el castillo medieval de la ciudad, que fue residencia del duque de Medinaceli, así como las ruinas del casco antiguo, abandonado tras un devastador terremoto en el siglo XVIII.
Castellar de la Frontera es también un destino popular para la observación de aves, ya que en el cercano parque natural pueden verse diversas especies, entre ellas la rara águila imperial española. El embalse de Guadarranque ofrece la posibilidad de practicar deportes acuáticos como el piragüismo y la pesca, y las colinas y bosques de los alrededores son ideales para practicar senderismo y ciclismo de montaña.
Después de un día explorando la ciudad y sus alrededores, puede relajarse en uno de los muchos bares y restaurantes que sirven deliciosa cocina andaluza. Las especialidades locales incluyen pescado frito, gazpacho y una variedad de tapas, que se pueden disfrutar con una copa de jerez o vino de la región. En general, Castellar de la Frontera ofrece una combinación única de historia, naturaleza y gastronomía que sin duda atraerá a muchos visitantes.
Especialmente las diversas vistas del bello interior andaluz, el Peñón Mono de Gibraltar y África merecen por sí solas un viaje.